24 mayo 2005

Ciudad sobre el mar y bajo otros humos



Madre y hermana, vieja ramera redimida,
hoy eufórica e injusta en la soberbia de aniquilar
el pasado sólo con gestos grandilocuentes,
el viejo opio de tus fundadores tiene el olor
acre del smoj de diez mil fábricas;
las aguas negras y densas del Suchow,
coronado de puentes como un recuerdo del Sena
por los franceses de la antigua concesión,
te marcan con la podredumbre del tiempo.

Lloran tu esplendor de antaño sólo los burgueses irredentos,
macrós inconsolables, rufianes melancólicos, matones desocupados
[y los monopolistas
de las pipas tibias, soporíferas y sedantes.

Te inhibe tu natural orgullo ese pasado
de europeos y hombres de todos los lares,
tu herencia indeleble de aire mundano y cosmopolita:
china por rancia estirpe, tu vestido es extranjero
y maldito, mil veces maldito por tu ideología,
tu pecho hundido debe desinflarse
en los momentos supremos.

Vieja sonámbula, hoy el cielo de los días tiene la cúpula verdosa de otro esplendor.


[Nota al pie] El nombre, proveniente de los monosílabos Shan y Gai, literalmente, en general es traducida como ciudad sobre el mar. También como dama sobre el mar. Edificada en la lengua de la confluencia del Suchow sobre el Wampoo, lo curiosamente chino es que se encuentra a 26 kms. del océano.

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